Las luces se apagan, y la hora de que una única luz blanca aparezca en el cielo llega.
 Es de noche y hay que acostarse. Te tapas, apoyas la cabeza en la almohada y pones Play a la música. 
Y como si todo se alineara entre la música y la noche, los recuerdos también. 
Y le prosiguen a ese "play", cientos miles de recuerdos,de todo tipo. 
Los lindos, los que traen bronca, los que sienten culpa, los que sacan sonrisas y yéndose al otro extremo los que producen dolor, los que traen traición.
 Aparecen de inmediato los ¿Por qué? más atrás que los recuerdos pero rápido se alinean ellos también. Todo se cuestiona, lo bueno, lo malo, lo obligado. 
Suspiro (pausa). 
Play. Empieza a llover, no afuera, en los ojos.
 Siempre llueve, a veces llovizna, a veces son tormentas. 
Pero siempre llueve, la mente trae recuerdos como el cielo reúne a las nubes.
 Esas nubes hacen llover, cuando son grises, cuando son puramente blancas e incluso cuando hay sol